Aseguro que nadie tiene dudas respecto al interés que anima al presidente Petro de ayudar a resolver la crisis humanitaria del departamento de La Guajira; y una prueba fue el hecho de haber decretado el estado de emergencia económica, social y ecológica para tomar decisiones de manera inmediata.
Sin embargo, me causa inquietud y sorpresa la reciente designación del señor Alfredo Saade como director del Instituto de Gestión del Agua de La Guajira, porque no solo se necesita de buenas intenciones, sino que se requiere de experiencia, y en La Guajira hay mejores que Saade.
Aunque el presidente Gustavo Petro tiene la discrecionalidad de postular al señor Saade para resolver la crisis humanitaria y reducir la vulnerabilidad de la población, también es legítimo cuestionar de manera respetuosa si esta decisión es la más acertada.
No tengo nada personal ni profesional contra el señor Saade, sino que se trata de un tema de arraigo y valoración de las capacidades de los guajiros que, en este caso, se están desconociendo o subvalorando. ¡Todos los guajiros no somos corruptos!
En La Guajira hay muchos profesionales con suficiente experiencia y conocimiento que pueden ser considerados para ese cargo: hice una lista de diez con suficiente capacidad, conocimiento, idoneidad, y sin ninguna tacha ética, moral o judicial.
Es que para ocupar un cargo en la administración pública no solo se requieren requisitos en papel, sino también idoneidad, y es lo que parece faltar en la hoja de vida del señor Saade, porque de agua sabe lo mismo que el resto de la humanidad: que moja y calma la sed. ¿Entonces cómo puede alguien liderar una institución crucial para nuestra región sin una experiencia clara en la gestión del agua?
Según la información publicada en la hoja de vida, el señor Saade estuvo vinculado simultáneamente en tres partes: Área Metropolitana de Valledupar, PNUD y Asoareas. Pero algo no cuadra ahí: ¿servidor público y contratista al mismo tiempo? Además de que fue representante legal de la ONG Muros Caídos desde 2008 hasta 2020 y eso es lo mismo que nada para el caso.
¿Realmente podemos confiar en alguien que ha tenido responsabilidades en otros temas mientras enfrentamos toda clase de limitaciones para tener acceso al agua?
Insisto, no se trata de menospreciar a una persona, sino de cuestionar su falta de experiencia en temas relacionados con el agua, cuya escases ha afectado gravemente la salud y el bienestar de nuestra población, en especial a las comunidades indígenas que son las más vulnerables.
No dudo que el presidente Petro está comprometido en abordar la problemática social de La Guajira, pero es fundamental equilibrar las consideraciones políticas con la necesidad de contar con personas calificadas y experimentadas para liderar instituciones públicas, especialmente en situaciones tan complejas y urgentes.
La pregunta que muchos nos hacemos es ¿por qué no considerar a guajiros con experiencia y conocimiento local para liderar el Instituto de Gestión del Agua? Nuestra región es única, con desafíos y contextos especiales, y la designación de alguien ajeno a nuestra realidad plantea dudas legítimas sobre sus prioridades y verdadera dedicación a los problemas de nuestra región.
La transparencia y rendición de cuentas son esenciales para construir una administración pública efectiva y confiable, por eso los medios de comunicación y la sociedad civil también tienen un papel crucial en este proceso; y es necesario que sigamos de cerca las decisiones y acciones de los funcionarios públicos, especialmente en casos de nombramientos controvertidos como este.
El departamento de La Guajira necesita líderes con un profundo conocimiento de nuestros problemas y necesidades. De tal manera que una designación de esa naturaleza no puede ser solo una decisión política, sino que debe estar basada en la idoneidad y experiencia real para abordar la urgente problemática del agua que se está viviendo.
Respecto del señor Saade, en la mano hay más dedos índices levantándose para señalarlo que palmas juntándose para aplaudirlo.
Piénselo dos veces señor presidente Petro, por favor. Ya hemos tenido suficiente con aguantarnos a una clase política y gobernantes que todo se lo han robado.
Y como dijo el filósofo de La Junta: Se las dejo ahí...