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Jue, Nov

Cesar Julio Valencia rechaza el Ministerio de Justicia

Nacional
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El exmagistrado decidió no asumir la cartera apenas días después de haber sido designado por el presidente Gustavo Petro, dejando nuevamente vacante un puesto clave para el Gobierno.

El exmagistrado de la Corte Suprema, César Julio Valencia Copete, declinó asumir el Ministerio de Justicia luego de que su nombre fuera anunciado por el presidente Gustavo Petro.

La decisión, conocida en las últimas horas, vuelve a abrir incertidumbre sobre el liderazgo de una de las carteras más estratégicas del Ejecutivo.

Valencia Copete, reconocido por su trayectoria en derecho comercial y su paso como presidente de la Corte entre 2007 y 2008, había sido presentado por el Gobierno como un gesto simbólico hacia los magistrados que históricamente denunciaron presiones y persecuciones.

El jurista también había recibido este año la Cruz de Boyacá en grado de caballero debido a su aporte a la independencia judicial, un hecho que reforzaba el mensaje político de su designación.

 

Reacciones

políticas

y controversias

Pese a los respaldos, el anuncio generó divisiones en el escenario público. Entre las voces críticas estuvo la del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien consideró desacertada la incorporación del exmagistrado al gabinete.

A esto se sumaron los recuerdos de los enfrentamientos que Valencia Copete vivió con el entonces presidente Álvaro Uribe, en medio de los escándalos por las interceptaciones ilegales que sacudieron al país.

Esos episodios volvieron al debate y alimentaron cuestionamientos sobre el clima que enfrentaría el Ministerio bajo su liderazgo.

 

Vacío en una

cartera

estratégica

La renuncia anticipada deja nuevamente acéfala la cartera de Justicia, que en menos de un año ha visto pasar a Néstor Osuna, Ángela María Buitrago y Eduardo Montealegre.

Esta alta rotación evidencia la inestabilidad institucional en un despacho clave para avanzar en la política de “Paz Total”, la reforma penitenciaria y la coordinación con las altas cortes.

Ahora el Gobierno deberá identificar un nuevo perfil que logre aliviar tensiones y encauzar las reformas que esperan decisiones urgentes.