A pesar de contar con características positivas en beneficio de sus habitantes, el barrio tiene una serie de inconvenientes que sigue aquejando a la comunidad.
Con más de 50 años de fundado, el barrio José Antonio Galán hoy yergue como uno de los más consolidados, pero para sus habitantes sus 'lunares' no lo dejan brillar como tal. Su ubicación geográfica le favorece y lo hace tentativo porque lo ubica con facilidad de acceso a centros de salud, escuelas y entidades locales, frente al mar Caribe donde los atardeceres son un espectáculo.
Sus primeros pobladores lo visionaron como un lugar prospero, donde la construcción de un colegio fue el punto de partida para su progreso.
“El barrio José Antonio Galán nació como un resguardo indígena, sus primeros pobladores cuidaron de estas tierras, hasta que se fue poblando y empezó su consolidación”, indicaron algunos vecinos.
Entre los líder comentan que el crecimiento de este barrio se dio cuando la señora Nicolasa Gómez empezó a dictar clases debajo de una planta de trupillo, de ahí surgió la necesidad de construir un aula.
“Recuerdo que se hizo con bloques y ladrillos que cada estudiante llevaba y se construyó dónde está hoy la sede principal”.
Hoy en día esta bastantes poblado y ha crecido organizadamente pero sus habitantes identifican unas problemática que por “voluntad política” no han sido resueltas.
Estructuras como la planta de aguas servidas, el Matadero y una planta de procesamiento de pieles lo afectan por los olores fétidos que emanan.
A esto se suman la cárcel Distrital, que se ubica entre una de las más hacinadas del país. Esta situación genera incertidumbre en sus vecinos y para cerrar la erosión costera es una amenaza constante que ya ha acabado con gran parte del parque, casas y sigue cavando tierra adentro.
Así lo manifestó Aida Camargo edil de la comuna 3, quien mostró esos 'lunares' que empañan el progreso del barrio. Para ella la administración pública debe actuar en la reorganización del Distrito.
“Se debe reubicar estas estructuras que no pueden estar dentro de la ciudad y en cuanto a la erosión costera que ya se comiendo el barrio también debe tener solución”, señaló.
Por su parte Lubys Cúrvelo, delegada de la Junta de Acción Comunal, comentó que este es un barrio apetecible por su desarrollo y varias personalidades del ámbito político y social tienen sus propiedades en este sector.
“Aquí no padecemos con ningún servicio público, contamos con dos colegios, edificaciones, empresas nuevas, clínica y hospital cercanos, pero si no se toman las medidas en cuanto a estos lunares existentes”, expresó.
Indica que debido a los olores fétidos hay muchos niños y personas adultas con enfermedades respiratorias. El proyecto de los espolones empeoró la situación y actualmente la erosión costera amenaza con llevarse gran parte del barrio.
“El proyecto de los espolones fue promovido por los moradores del barrio y somos los perjudicados y actualmente nadie toma en cuenta esta situación, porque no hay voluntad política”, sentenció Lubys Cúrvelo.
